Llevo una semana muy excitada, deseo sentirme así. Cualquier roce estremece mis partes más íntimas, incluyo otro sentidos que no sean los cinco; sentidos intrusos que devorando mi cuerpo poco a poco encienden el aura de mi chakra sexual: cinco centímetros debajo de mi ombligo. Sólo me queda la curiosidad del lugar y la postura en la que voy a liberar la energía del chacra, porque lo dejaré fluir sin esforzar ni elegir el momento. Si me ven en cualquier lugar y en tales circunstancias, pido disculpas.
No sé cuántos días seré capaz de aguantar, si sigo así me temo que podría tener un orgasmo en cualquier sitio. Probablemente gemiré, siempre lo hago. Pero esta vez sin tocarme, porque escribir desde la propia excitación del deseo y en estas circunstancias es muy placentero.
Si te acercas a mí, ten cuidado con el aura, puedes quemarte; recuerda que estará al rojo vivo.
6 comentarios:
uffffffff
que pasada.
¡mamma mía!
deliciosamente genial
Buenísimo!!!
Grotesco
¡Dios mio! ¿enserio no os da pena utilizar a la mujer de esta forma?
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