sábado, 27 de agosto de 2011

OBSESIÓN por Rafael Fernández

Se sabía violento, pero su obsesión era más fuerte que la vergüenza que sentía ante sus compañeros de trabajo.

Aquella mañana ya había volcado una papelera en medio del despacho y ahora se disponía a romper, debajo de su escritorio, una botella de ginebra que disimulaba en un cajón desde las pasadas navidades.

Ya no sabía a qué recurrir para poder mirar lascivo a la nalguda limpiadora de su oficina, principalmente, cuando ésta se agachaba en pompa de espaldas a él.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Veo esta foto y siento que han violado todos mis derechos y que me han escupido y tratado como objeto.
Erótico no es someter a la persona, erótico no es igual a perversión. Es denunciable que hoy en día siga habiendo personas que hagan o permitan este tipo de blog y comentarios...