Llenas la inocencia de mi cuerpo
de un silencio dormido,
de una lentitud, que deshilas
la virginidad de mi vientre
con tus dedos frágiles de azúcar.
¿A qué rincón de mi piel besarás
cuando la tarde caiga?
¿Tendrás aliento en tu boca
para cuando llegue la noche?
Pararé el tiempo
durante un instante
para que tus manos recorran
la desnudez de mi alma.
de un silencio dormido,
de una lentitud, que deshilas
la virginidad de mi vientre
con tus dedos frágiles de azúcar.
¿A qué rincón de mi piel besarás
cuando la tarde caiga?
¿Tendrás aliento en tu boca
para cuando llegue la noche?
Pararé el tiempo
durante un instante
para que tus manos recorran
la desnudez de mi alma.
4 comentarios:
Pura dulzura.
EXCELENTE ESPLANDOR............
realmente erotico,sublime ymuy muy dulce
muchas gracias por vuestras palabras. un saludo.
josé perona.
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