miércoles, 27 de abril de 2011

TRAS ESTA PUERTA por Jesús Cotta

Nadie sospecha que tras esta puerta, en lechos que no rechinan, en mudos macizos de flores bajo las atónitas estrellas, en el silencio más sepulcral, yo te he poseído mil veces, mi bien, sin gemidos, sin susurros siquiera: he bramado sólo para los ángeles. Tu sigilo me protege de tus padres; tu mano me tapa la boca para que el clamoroso amor se ahogue en mi garganta. Me has convertido en un amante silencioso cuando en realidad quiero gritar mi amor hasta los más altos círculos del Cielo.

Pero, Melibea, Perséfone mía de oscuras amapolas, esta noche no habrá silencio. Voy a abrir la puerta de tu estancia, despertaré con mis jadeos a los criados, tus padres verán cómo te alzo por las axilas para encajarte sobre mí y a tu padre le quitaré el gorro de dormir y me lo colocaré en la punta y luego saldré de esa guisa al patio y me mearé en las macetas, para que todos vean quién manda allí y tu madre nos preparará solícita la comida y, por último, te gozaré en la cama en que te engendraron, con todas las puertas abiertas, a plena luz del día.

No te asustes, mi bien, ya sabes que deliro. ¿Está la criada vigilando la puerta? Anda, tápame la boca con la mano, que te voy a desatar el corpiño.

2 comentarios:

L.N.J. dijo...

Esta noche voy a cogerte bien,nos iremos a casa de tu papá ...

... contará las noches largas como serpientes, dormirás debajo de la cama otra vez ...

... nos esconderemos,tiraremos piedras para no quedar bien...

... ya no sabes que hacer ...

* * *

Un relato precioso Jesús, me ha recordado esa canción de Los Ronaldos: Adiós Papá.

Dinero, sexo y placer ¿puede ser?.

Saludos.

L.N.J. dijo...

Perdón, lo del dinero, sexo y placer me refería a la canción.