domingo, 15 de junio de 2014

DAÑOS COLATERALES por Juan Bragas




Le acerqué un pañuelo de papel un poco avergonzado pero ella me lo rechazó.
-Espera, Voy a mirarme en el espejo
De estar arrodillada se le habían coloreado las rodillas. La vi deslizarse descalza por el pasillo con las manos manchadas también y las llevaba levantadas como para no tocar nada. Fui detrás de ella, confuso. Por detrás parecía un felino contoneándose, un animal femenino. No sabía que pretendía. Ya en el baño me quedé detrás.
Se miró atentamente en el espejo para ver lo que le había hecho. Tenía llena la comisura de los labios, la nariz y un poco en el pelo. Se quedó observándose atentamente como buscando algo.
-Lo siento. ¿Te ha molestado?
-No. Sólo busco qué es lo que encuentras excitante de esto.

1 comentario:

PASSOFINNO dijo...

Entro desnudo, sin alma, sin corazón a un templo donde solo respirar cuenta...