Cómo te deseo, podría comerte entre bocados mientras tu lengua suaviza mi piel excitada. Entre tus piernas y las mías, tus manos y mis manos, tú en mí, y yo en ese calor que desprendes cuando tu temperatura corporal se excita como candela en mi alma. Me gusta tu cuello, reposar en él para jugarte, decirte al oído mis pequeños gemidos, porque me gusta gemir para ti; son pequeños brotes de placeres que desprendo cuando necesitas amor.
En mi vagina reposa tu semen, caliente y abundante. Logras que duerma en tu regazo, mientras mi flujo de palabras te imagina, cuando tú no estás.
Ven, ahora estoy excitada y no sé qué hacer sin ti.
7 comentarios:
Y esta joya ¿de dónde sale?
Madre mía!
Gracias Manuel, te aseguro que me costó mucho trabajo mandarte este escrito, pero rompí con mi timidez en algunas palabras.
Gracias anónimo.
No hay de qué, seguimos esperando más joyas.
Me han excitado el corazon...
eres una gran escritora , que mereces recompensa.
Andres
Lo he leído con tu voz en mi memoria y ...
Genial, como tú, Lourdes
Muy bueno.
Sensual y apasionado.
Te felicito.
Besos.
Preciosa
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