jueves, 22 de agosto de 2013

INESPERADAMENTE por Manuel Melado


Un tambor toca en mi pecho
con resquemores de fragua,
y cuchilladas de aliento

Tu presencia inesperada
ante los pies de mi lecho,
cambia el perfume en la alcoba
poniendo tibio el silencio.

El reloj de tus tacones
marcan tres segundos lentos,
con pausas de incertidumbre
por un me agrada y no quiero.

Tu sudor íntimo aroma
se desviste de tu cuerpo,
en prendas de tibia seda
sobre los pies de mi lecho.

Y cuando al rato pasamos
del gran suspiro al silencio,
quedó un rescoldo en la fragua
que se apagó con el sueño.

1 comentario:

L.N.J. dijo...

Un poema muy bien escrito, musical, bello y para cantarlo con una suave música.
Nada tiene que ver con el poema de abajo, me dio cuenta de ello.

Muy bonito.