martes, 15 de febrero de 2011

LOS NUDOS por Sanmaniego

Casarse una soltera recelaba

temiendo el grave daño que causaba

el fuerte ataque varonil primero

hasta dejar corriente el agujero.

La madre, que su miedo conocía,

si a su hija algún joven la pedía

con el honesto fin del casamiento,

procedía con tiento,

sin quitarle del todo la esperanza,

hasta que en confianza

al galán preguntaba sigilosa

si muy grande o muy chica era su cosa.

Luego que esta cuestión cualquiera oía,

alarde al punto hacía

de que Naturaleza

le había dado suficiente pieza.

Quién decía: -Yo más de cuarta tengo;

quién: -Yo una tercia larga la prevengo;

y un oficial mostró por cosa rara

un soberbio espigón de media vara.

Tan grandes dimensiones iba viendo

la madre y a los novios despidiendo,

diciéndole: -Mi niña quiere un hombre

que con tamaños tales no la asombre:

un marido de medios muy escasos;

y así, ustedes no sirven para el caso.

2 comentarios:

eres_mi_cruz dijo...

¿estamos hablando de Félix María Samaniego?... le he leído enterita a mi hija la edición de Calleja de sus fábulas en verso castellano... agradezco pues a la Autoridad eclesiástica por su imprimátur ...

una fábula sobre la coitalgia o dispareunia... ahora entiendo lo del aparejo y el penacho en la fábula
Los dos machos... joder con Félix María...

esta fábula debió inspirar a los viajantes ingleses del Grand Tour, ya sabe usted aquello de...
if you try black, you never come back...

Rascaviejas dijo...

Las fábulas tienen muy buena base. Su foto así lo demuestra. El viajante inglés del Gran Tour merece una relato...A ver si encontramso un ratito