Dudó entre el teléfono o el
viejo aparato de radio. Anónimo al otro lado de la línea. Quizás sólo un
susurro que no llegaba a jadeo. Con seudónimo en la emisión de canciones
dedicadas. Un tímido que firmaba como el vecino de abajo. Una canción que llegó
a revestir cada rincón de su piel desnuda:
I wanna be loved by you, just you,
And nobody else but you,
I wanna be loved by you, alone!
Boop-boop-a-doop!
I wanna kissed by you, just you,
Nobody else but you,
I wanna be kissed by you, alone!
Boop-boop, I couldn't aspire,
To anything higher,
Than, filled with desire,
To make you my own!
Boop-boop-a-doop, boop-boop-a-doop!
Amada por ti, sólo por ti y
nada más que tú…
Tras tararear hasta la última
estrofa, la toalla había decidido arrastrarse por los suelos. A su piel desnuda
sólo le faltaban las dos gotas de Chanel número 5…
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