Tu lengua húmeda y fina,
dibuja como un pincel
la silueta de mi cuerpo
abandonado en el aroma
suicida del mar.
Mi piel se humedece
en la calidez y el deseo,
cuando se baña en la saliva y en el aliento de tu boca
y atenúan los sentidos sobre tus manos de papel.
Perdido y esclavo en la noche y en tú vientre,
quiero besar tus labios, tu voz, tus senos…
tocar tus curvas, tus genitales, tus glúteos...
lamer tus dedos, tu ombligo, tu oreja...
dejar paso a la pasión desmedida,
a los jadeos y a los gemidos,
que éstos, aparten al amor y a la cordura
en esta noche de desvelo.
1 comentario:
Intenso poema.
Publicar un comentario