En el ruedo
silencioso de la madrugada pasada, mi mirada fija quedó atónita ante la
pantalla, una foto recibida me hizo sufrir en las carnes el veneno del toro.
La imagen de un
estoque erecto y curvo inundaba por completo mi pantalla y acuchilló con un
gemido mi garganta, mis labios inflamados no podían articular palabras, esa
foto había abierto en canal mis ansias…
Pensé que si la foto
conseguía tal efecto, qué no sentiré con el arreón de su empuje...
Su miembro descomunal
apoyado sobre la femoral izquierda en un contraposto imposible se mostraba
oferente y receptivo.
No lo he pensado dos
veces, he pasado toda la noche con esa imagen rondando mis muslos, tiene que
ser matador como ninguno... Lo he citado en el ruedo más cercano a mi casa, ya
lo veo venir de lejos, no hay duda, trae su silueta bien remarcada, la sorpresa
es que me trae a su cuadrilla, dice que el más joven toma hoy la alternativa,
sólo oigo ruido de burladeros, es un acoso y derribo, ahora el matador lo
aparta y remata la faena, como imagináis estoy de placer hasta las trancas,
entendedlo, ahora mismo no puedo seguir con esto, estoy sola para el arrastre…
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