Lo que usted diga mi comandante,
hasta la victoria siempre, que hasta su censura de los puntos clave revoluciona
mi interior y mi exterior, y que más vale hacerlo de pie que vivir de rodillas,
se lo consiento, vaya mi adhesión inquebrantable a su persona, y que le prometo
vencer y convencer, que yo no soy de los que se bloquean por fuera, eso queda
para los fríos gringos, que servidor es miembro del partido, y que mi puro está
ya encendido para que celebremos el triunfo, que ya verá como yo no voy hacia
atrás ni para coger impulso, siempre punta de lanza, siempre fuerte, siempre
grande, siempre libre, siempre dentro… pero le ruego que los discursos
preliminares los deje para otro día.
2 comentarios:
Hay que ir al grano.
Para qué perder el tiempo, no?
Que hay prisa, que hay prisa...!!
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