Lo sabes perfectamente y lo has
hecho:
Has entrado por la puerta y has
conseguido que me enfade, ni un saludo, un beso, una caricia. Me has ignorado y
solo con tu mirada lo has dicho todo. Te pregunto y no dices nada, tiro todo lo
que veo mientras grito y voy detrás tuya rogándote que si vienes mal del
trabajo, no lo pagues conmigo. Te gusta verme histérica, como esas mujeres que
ves en blanco y negro, esas actrices que daban bofetadas y después eran
besadas.
Los tiempos han cambiado, ahora
me apoyas contra la pared, rompes mi ropa interior y así, suavemente empiezas a
relajarme. Tus penetraciones y mi mal genio son parte del juego porque sabes,
que cuando me enfado, algo me pasa. Me excito muchísimo.
2 comentarios:
Impresionante. Un riesgo, quererte tener siempre enfadada.
Me gusta tu estilo.
Máximo,
gracias.
Publicar un comentario