Se pasea por la casa con poca ropa, mueve los labios como si amagara un beso. Me hago la tonta. Me mira de forma sugerente mientras le estoy contando las costumbres y tradiciones de mi país. Trago saliva, creo que no me escucha solo me mira, imagina. Sus hormonas de riesgo me cercan.
Se va a la habitación que le he alquilado. Cuando no está, entro en ella, la huelo, como huelo su ropa, sus sábanas, todo lo que roza y toca su cuerpo.
El desasosiego se instaló en mi casa con su llegada y ahora me aprieta el pecho. Miro la puerta por la que ha desaparecido, sólo tengo que ir hacia ella y abrirla...pero es él el que la abre. Huyo a la cocina y me dispongo a beber agua. siento en mi cintura una mano, la otra me quita el vaso y bebe de él. Mis miedos de mujer madura se desvanecen y me entrego a este joven de tierras extrañas al que ahora sí que voy a enseñarle cosas que aún no conoce.
2 comentarios:
extraordinario asun como siempre. felicidades chica. un beso.
AY madre mía !que soy madre de Erasmusss,
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