un apéndice brutal,
digamos descomunal
conocido como pene.
Tanto peso no conviene
a mi endeble anatomía,
tira de mi cada día
entre tumbos y vaivenes.
Mi cuerpo que lo sostiene
se encorrva cada vez mas,
y está a punto de estallar
el pernil que lo contiene.
Me dan como solución
para evitar tanto peso,
a este pedazo de ciezo
que le corte el cabezón.
Sin dudarlo me operé
fue el miembro decapitado,
me estiré y desencorvado
jubilosos suspiré.
Ya no doy ningún traspiés
pero estoy desconsolado,
mi mujer se ha separado
y se ha cagado en mis "mue".
Dice que la solución
pá salvar el matrimonio,
que solucione el incordio
injertando el cabezón.
2 comentarios:
Sí señor, un hombre valiente, claro y sin rodeos.
muy bonito, pero hay una errata! "encorrvado" jaja
Publicar un comentario