Al
inesperado regreso de su marido sólo había que ponerle buena cara, un poco de
picardía y un recuerdo musical de tiempos inmemoriales…
Siempre
que vuelves a casa
me pillas en la cocina
embadurnada de harina
con las manos en la masa
niña no quiero platos finos
vengo del trabajo
y no me apetece pato chino
a ver si me aliñas
un gazpacho con su ajo y su pepino
me pillas en la cocina
embadurnada de harina
con las manos en la masa
niña no quiero platos finos
vengo del trabajo
y no me apetece pato chino
a ver si me aliñas
un gazpacho con su ajo y su pepino
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